Este proyecto desarrolla un bloque residencial de diez plantas que combina apartamentos de 1 dormitorio y viviendas de 2 dormitorios, organizados en dos portales con acceso unificado desde el soportal exterior. La entrada centraliza servicios como videoportero, buzones y paquetería, y da paso a una distribución clara y funcional. La planta baja incorpora zonas comunes y comerciales, mientras que el acceso rodado al garaje se resuelve de forma independiente, evitando interferencias con el tránsito peatonal.

La promoción se estructura en torno a espacios exteriores ajardinados y una piscina comunitaria, situada sobre la cubierta de los locales. Esta zona de estancia general se conecta directamente con el interior del conjunto, favoreciendo la relación entre vivienda y espacio libre. Las tipologías se adaptan a distintos perfiles residenciales, con apartamentos compactos y viviendas familiares, todas ellas con distribución abierta en salón-comedor-cocina. El diseño busca minimizar recorridos verticales y diferenciar claramente los usos, garantizando una experiencia residencial cómoda y eficiente.

El conjunto incorpora soluciones técnicas orientadas a optimizar el confort interior y la funcionalidad del edificio, como el aislamiento acústico en particiones y forjados, el tratamiento térmico de la envolvente y la integración de sistemas de iluminación eficientes. Además, se han previsto elementos como bicicletero, zonas de maniobra ampliadas y espacios técnicos que completan la propuesta. El resultado es una promoción que prioriza la habitabilidad, la claridad organizativa y la integración urbana.

Las viviendas se distribuyen en tres tipologías, todas con tres dormitorios, jardín privado y una cuidada distribución interior. La planta baja acoge las zonas de día, mientras que la planta superior se destina al descanso. La cubierta alberga las instalaciones técnicas, incluyendo sistemas de climatización y captación solar. El diseño busca maximizar la luz natural y el confort térmico, adaptándose a las condiciones del entorno y a las necesidades actuales de habitabilidad.

La construcción combina eficiencia energética, sostenibilidad y calidad en los acabados. Se emplean sistemas estructurales de hormigón armado, cerramientos con aislamiento térmico-acústico, carpintería de aluminio con rotura de puente térmico y suelos cerámicos y laminados. Todo el conjunto responde a criterios de accesibilidad, seguridad y funcionalidad, ofreciendo un entorno residencial moderno, equilibrado y pensado para el bienestar.