Este proyecto desarrolla un hotel de 4 estrellas en un enclave urbano estratégico, en una parcela en esquina que permite una implantación con doble fachada diferenciada y un patio interior estructurador. El edificio se organiza en torno a un núcleo central de comunicaciones y dos escaleras laterales, con acceso principal en ménsula que refuerza la singularidad del volumen. El patio interior, además de aportar luz y ventilación natural, actúa como filtro visual y ambiental, ocultando elementos técnicos del entorno y generando una conexión visual con la ciudad desde las zonas comunes superiores.

El programa incluye 184 habitaciones distribuidas entre plantas 1ª y 9ª, con tipologías dobles y junior suites, todas organizadas en torno al patio. En planta baja se sitúan los espacios comunes: comedor, salón social y salas de reunión, con vistas al jardín vertical del patio, que mejora el confort térmico y acústico del conjunto. La cubierta se concibe como una zona de ocio con piscina y solárium, orientada al sur-suroeste, desde donde se obtienen vistas privilegiadas del entorno urbano y patrimonial del centro de Sevilla.

El diseño incorpora soluciones técnicas avanzadas para optimizar el confort acústico, la eficiencia energética y la sostenibilidad del edificio. Se prevé un sistema de recuperación de aguas grises, aislamiento acústico reforzado en cerramientos y particiones, y control inteligente de iluminación y climatización. La envolvente ha sido diseñada para reducir la demanda energética y mejorar el comportamiento higrotérmico, garantizando una experiencia de usuario de alto nivel en un entorno urbano exigente.

Las viviendas se distribuyen en tres tipologías, todas con tres dormitorios, jardín privado y una cuidada distribución interior. La planta baja acoge las zonas de día, mientras que la planta superior se destina al descanso. La cubierta alberga las instalaciones técnicas, incluyendo sistemas de climatización y captación solar. El diseño busca maximizar la luz natural y el confort térmico, adaptándose a las condiciones del entorno y a las necesidades actuales de habitabilidad.

La construcción combina eficiencia energética, sostenibilidad y calidad en los acabados. Se emplean sistemas estructurales de hormigón armado, cerramientos con aislamiento térmico-acústico, carpintería de aluminio con rotura de puente térmico y suelos cerámicos y laminados. Todo el conjunto responde a criterios de accesibilidad, seguridad y funcionalidad, ofreciendo un entorno residencial moderno, equilibrado y pensado para el bienestar.