Este conjunto residencial se organiza en dos portales con acceso desde la avenida principal y desde el interior de la manzana, alcanzando las diez plantas de altura. La volumetría se articula mediante cuerpos retranqueados en las plantas superiores, lo que aporta variedad formal y dinamismo al frente urbano. En planta baja, un amplio soportal de uso público precede los locales comerciales, generando una transición fluida entre el edificio y el espacio exterior. El diseño busca optimizar la implantación del conjunto, respetando las rasantes del terreno y favoreciendo la accesibilidad.

La promoción incluye 86 viviendas distribuidas en tipologías de 2, 3 y 4 dormitorios, algunas de ellas con sala polivalente adicional. Bajo rasante se desarrolla un único sótano que alberga plazas de garaje, trasteros y cuartos técnicos. El espacio libre de parcela se destina a zonas verdes, piscina, aseos y centros de transformación, configurando un entorno residencial completo y funcional. La organización de los accesos y recorridos interiores responde a criterios de eficiencia, diferenciación de usos y comodidad para los residentes.

El edificio ha sido proyectado con especial atención a la habitabilidad, el aislamiento acústico y la eficiencia energética. La envolvente limita la demanda térmica y se ha tratado cuidadosamente para evitar humedades y pérdidas de energía. Se incorporan sistemas de iluminación eficientes y soluciones sostenibles para el suministro y evacuación de agua. El resultado es una promoción que combina calidad constructiva, sostenibilidad y confort, adaptada a las exigencias actuales del uso residencial.

Las viviendas se distribuyen en tres tipologías, todas con tres dormitorios, jardín privado y una cuidada distribución interior. La planta baja acoge las zonas de día, mientras que la planta superior se destina al descanso. La cubierta alberga las instalaciones técnicas, incluyendo sistemas de climatización y captación solar. El diseño busca maximizar la luz natural y el confort térmico, adaptándose a las condiciones del entorno y a las necesidades actuales de habitabilidad.

La construcción combina eficiencia energética, sostenibilidad y calidad en los acabados. Se emplean sistemas estructurales de hormigón armado, cerramientos con aislamiento térmico-acústico, carpintería de aluminio con rotura de puente térmico y suelos cerámicos y laminados. Todo el conjunto responde a criterios de accesibilidad, seguridad y funcionalidad, ofreciendo un entorno residencial moderno, equilibrado y pensado para el bienestar.